Cuando el otoño llega a Canarias, el aire huele a humo, las brasas crepitan y las primeras castañas tostadas anuncian la llegada de una de las noches más queridas del año: el sabor de los Finaos, una tradición que va mucho más allá del calendario. Es un encuentro con nuestras raíces, con los sabores que nos unen y con la memoria que nos recuerda quiénes somos.
Lejos de disfraces y calabazas, esta celebración mantiene viva una forma de homenajear a los que ya no están, pero también de disfrutar la vida con lo más nuestro: la gente, la música y la buena comida.
Una noche para recordar con sabor a tradición
La tradición de los Finaos no se entiende sin su parte más humana: las reuniones familiares, el fuego encendido y la mesa compartida.
Cada 31 de octubre, mientras en otros lugares se apagan las luces para jugar al miedo, en Canarias se encienden las brasas, se descorchan botellas de ron miel y se cuentan historias que reviven a los ausentes.
Durante generaciones, los canarios se han reunido en torno a las castañas y los frutos del otoño para recordar a los suyos.
Era, y sigue siendo, una noche donde el silencio se mezcla con las risas, los acordes del timple y el murmullo de las parrandas.
Una celebración sencilla, pero profundamente simbólica.
Los sabores que definen la tradición de los Finaos
Si hay algo que distingue la tradición de los Finaos, es el sabor de los Finaos, una mezcla de aromas y recuerdos que despierta todos los sentidos. No hay miedo ni misterio: hay fuego, hay dulzura y hay calor humano.
A continuación, te contamos qué no puede faltar en una mesa canaria durante esta noche mágica.
Castañas asadas: el corazón del otoño
El crujido de las castañas al abrirse sobre el fuego es el sonido que marca el comienzo de la velada.
Asarlas es casi un ritual. Las familias y vecinos se reúnen alrededor de los braseros o bidones metálicos adaptados, compartiendo anécdotas mientras las primeras chispas perfuman el aire.
En muchos pueblos, las castañas se reparten de forma comunitaria, acompañadas de vino dulce o ron miel.
Su sabor cálido simboliza la unión y la abundancia: un fruto humilde que se convierte en protagonista de la noche más emotiva del año.
Las castañas, además, representan la conexión con la tierra y con la cosecha de otoño, recordándonos que la tradición de los Finaos nació del campo, de la sencillez y del agradecimiento a lo que la naturaleza ofrece.
Ron miel: brindis por la memoria
El otro gran protagonista de la noche es el ron miel, esa bebida tan canaria que calienta el cuerpo y el espíritu.
Su dulzura, mezclada con el toque fuerte del ron, crea el equilibrio perfecto para acompañar conversaciones, música y recuerdos.
Durante los Finaos, compartir un trago de ron miel es mucho más que brindar: es una forma de honrar a quienes ya no están y de celebrar la vida.
“Por los que se fueron, y por los que seguimos aquí” se dice entre risas y abrazos.
Junto al ron miel, tampoco faltan otras bebidas tradicionales como el anís o el vino de la tierra, que aportan ese toque de autenticidad que define la tradición de los Finaos.
Frutos secos e higos pasados: dulzura de antaño
Los frutos secos siempre han acompañado las noches de los Finaos.
Nueces, almendras, higos secos y manzanas del país se colocan en bandejas que pasan de mano en mano.
Estos alimentos, fáciles de conservar y de gran valor energético, eran parte del sustento de las familias rurales en tiempos en que el lujo era la compañía y no la abundancia.
Hoy, continúan siendo una parte esencial del sabor de los Finaos, evocando la sencillez de las mesas de antaño.
El aroma de los higos secos al mezclarse con el ron y el fuego de las castañas crea una estampa inconfundible: la del otoño canario en su máxima expresión.
El sonido del recuerdo: música, historias y comunidad
La tradición de los Finaos no solo se escucha en el chisporroteo del fuego o en el tintineo de los vasos.
También suena en las voces que entonan una folía, en el rasgueo del timple o en el repicar de las chácaras.
En muchos pueblos, la velada termina en la plaza con parrandas improvisadas.
Los músicos locales —a veces jóvenes, a veces veteranos— se unen para cantar canciones que hablan del amor, del mar, de la tierra y del tiempo que pasa.
Mientras tanto, los mayores relatan anécdotas de sus abuelos, las historias de los “finaos” que marcaron sus vidas, transmitiendo la memoria de generación en generación.
Porque eso es lo que realmente se celebra: la vida que sigue, gracias a los recuerdos compartidos.
Una tradición que resiste al paso del tiempo
Aunque el Halloween anglosajón se ha extendido por todo el mundo, en Canarias cada año más personas redescubren la tradición de los Finaos como una manera auténtica y cercana de celebrar estas fechas.
En municipios como Gáldar, San Lorenzo o Agüimes se organizan actos públicos donde la fiesta recupera su esencia con música folclórica, asaderos de castañas y bailes tradicionales.
Las nuevas generaciones comienzan a interesarse por esta costumbre gracias a la labor de asociaciones vecinales, centros educativos y colectivos culturales que promueven su preservación.
En estos eventos, no faltan los sabores de siempre: las castañas humeantes, el ron miel que pasa de mano en mano y el ambiente festivo que mezcla nostalgia y alegría.
Cada año, más canarios comprenden que esta celebración no compite con Halloween, sino que representa algo mucho más profundo: nuestra manera de honrar el pasado con sabor a tierra y fuego.
El valor cultural y emocional de los Finaos
La tradición de los Finaos es una de las expresiones culturales más significativas del archipiélago.
Reúne tres elementos que forman parte del alma canaria: la familia, la comunidad y la gastronomía.
En ella, la comida no es solo alimento: es lenguaje, identidad y recuerdo; es el sabor de los Finaos, ese que combina fuego, dulzura y memoria.
Cada castaña compartida es un gesto de cariño.
Cada sorbo de ron miel es un brindis por la memoria.
Cada historia contada es un puente entre el ayer y el hoy.
Y eso es lo que hace única esta tradición: su capacidad para unirnos.
Frente al ruido de la globalización, los Finaos siguen recordándonos que el calor de una conversación junto al fuego vale más que cualquier disfraz.

Preguntas frecuentes sobre la tradición de los Finaos
1. ¿Qué se celebra realmente en la tradición de los Finaos?
Es una noche para recordar a los difuntos con respeto y alegría.
En lugar de centrarse en el miedo o la oscuridad, esta tradición celebra la vida, la comunidad y la memoria a través de la comida, la música y la convivencia.
2. ¿Qué comidas son típicas en los Finaos?
Las protagonistas son las castañas asadas, los frutos secos, el bienmesabe, los higos secos y, por supuesto, el ron miel.
Son alimentos de temporada que evocan los sabores del otoño y las costumbres rurales de antaño.
3. ¿Dónde se celebra la tradición de los Finaos en la actualidad?
En casi todas las islas existen actos populares, especialmente en Gran Canaria, La Palma, El Hierro y Tenerife.
En pueblos como San Lorenzo o Gáldar, la comunidad se reúne para compartir música, asar castañas y mantener viva esta costumbre ancestral.
Sigue descubriendo las costumbres y sabores que definen nuestra identidad en Los Mejores de Las Palmas, celebremos lo mejor de Canarias y sus raíces.








