Turismo y cine: siguiendo las huellas de las rutas de Moby Dick en Gran Canaria
Las rutas de Moby Dick en Gran Canaria son un viaje en el tiempo que nos transporta a finales de 1954, cuando Las Palmas se convirtió en un improvisado plató de cine para rodar una de las películas más icónicas de la historia. Bajo la dirección de John Huston y con Gregory Peck en el papel del legendario capitán Ahab, la ciudad vivió durante cinco intensas semanas un despliegue cinematográfico sin precedentes. Hoy, esos escenarios permanecen vivos a través de recorridos turísticos que combinan historia, anécdotas y rincones emblemáticos.
El rodaje que transformó la ciudad
Entre el 17 de diciembre de 1954 y el 19 de enero de 1955, Las Palmas de Gran Canaria fue testigo del rodaje de “Moby Dick”, una superproducción que atrajo a curiosos, prensa y amantes del cine de todo el mundo. Las calles, playas y puertos se llenaron de decorados, técnicos, actores y marineros locales que colaboraron en la filmación. No solo fue un evento cultural: también supuso un impulso económico y social, con empresas canarias como Casa Miller y Casa Elder participando en el rodaje marítimo, y los talleres Hull Blyth construyendo una espectacular maqueta de la ballena de 65 metros de largo.
Primera ruta: del mar abierto a los talleres navales
La primera de las rutas de Moby Dick en Gran Canaria comienza en la playa de Las Alcaravaneras, donde se filmaron escenas marítimas clave. Desde allí, el recorrido sigue hacia la playa de Las Canteras, haciendo parada en La Puntilla, un lugar que sirvió de fondo para varias tomas. El camino continúa hasta la plaza de Pepe Limpiabotas, en la entrada del Confital, donde se construyó parte de la maqueta de la ballena. Este paseo no solo conecta paisajes costeros únicos, sino que también permite imaginar la intensidad del rodaje, con marineros, cámaras y grandes estructuras ocupando el litoral.
Segunda ruta: historia, arquitectura y cultura
Otra de las rutas de Moby Dick en Gran Canaria propone un recorrido más urbano. Comienza en el Pueblo Canario, un espacio que entonces ya atraía a turistas y que sirvió como punto de encuentro para parte del equipo de producción. Desde allí, se sigue hasta el Hotel Parque, donde se alojaron algunos miembros del reparto, y se continúa hacia el actual Teatro Guiniguada, que formó parte de la logística del rodaje. El itinerario concluye en el barrio de Triana, una de las zonas más animadas de la capital, que en aquella época también fue testigo de la presencia de Hollywood en la isla.

El papel de los canarios en el rodaje
Uno de los aspectos más entrañables de las rutas de Moby Dick en Gran Canaria es la oportunidad de conocer las historias de los isleños que participaron en el rodaje. Desde extras que aparecieron en escenas marítimas, hasta carpinteros y artesanos que trabajaron en la construcción de decorados, la película dejó una huella personal en muchas familias. Los homenajes actuales incluyen placas conmemorativas y visitas guiadas que narran cómo la llegada de John Huston y Gregory Peck revolucionó la vida local.
Escenarios imprescindibles para el cinéfilo
Para los amantes del cine, algunos lugares son paradas obligatorias. La playa de Las Alcaravaneras ofrece vistas que evocan las escenas náuticas; La Puntilla y la playa de Las Canteras conservan la esencia de la época; el Puerto de La Luz, con su intensa actividad portuaria, fue fundamental para las tomas marítimas; y la plaza de Pepe Limpiabotas guarda el recuerdo de la maqueta de la ballena movida por un remolcador, que hundía y elevaba su cabeza según las necesidades de cada escena.
Un viaje cultural y turístico
Recorrer las rutas de Moby Dick en Gran Canaria no es solo un ejercicio de nostalgia cinematográfica, sino también una manera diferente de conocer la isla. Estos itinerarios combinan patrimonio natural, historia local y la magia del séptimo arte. Además, permiten descubrir rincones menos turísticos pero llenos de encanto, y comprender cómo un rodaje internacional pudo transformar, aunque fuera por unas semanas, la vida de una ciudad entera.
La magia que aún permanece
Aunque han pasado más de seis décadas, el espíritu de aquel rodaje sigue vivo. Las calles, playas y edificios que formaron parte de la película conservan su identidad, y los guías turísticos han sabido incorporar anécdotas y curiosidades que mantienen el interés del visitante. Desde la majestuosidad del Puerto de La Luz hasta la tranquilidad del Pueblo Canario, cada parada es una oportunidad para revivir un capítulo único en la historia cultural de Gran Canaria.
Las rutas de Moby Dick en Gran Canaria son una experiencia imprescindible para quienes aman el cine y desean conocer la isla desde una perspectiva diferente. Más que un simple recorrido turístico, son una invitación a conectar con un momento histórico en el que Las Palmas se convirtió en epicentro del rodaje de una de las obras más legendarias de Hollywood.
Ya sea caminando por las playas que vieron navegar a la ballena blanca o recorriendo las calles que acogieron a estrellas de cine, esta experiencia ofrece un viaje único que combina historia, paisaje y cultura. Y si quieres seguir explorando lugares únicos, eventos y experiencias en la isla, no olvides visitar Los Mejores de Las Palmas, el directorio que te conecta con lo más auténtico de Gran Canaria.